martes, 24 de marzo de 2009

Mayo del 77

El frío tarda en envolver el aire. El sol es todavía fuerte. El blanco de las casas brilla como en primavera, en plena mañana. Dóciles, los perros trotan junto al cordón. La señora los esquiva e insulta sin ganas. Un vehículo frena antes de llegar a la esquina. La mujer detiene su paso. Mira hacia el Ford Falcon verde modelo 72 chapa Nº…. Parece que quiere correr. La jauría entorpece su camino. Los perros la han cazado .Dos casas más adelante, se abre una puerta. Una calva antes que unos anteojos muy gruesos salen con ímpetu y con el mismo brío se esconden. El ruido de la cerradura se confunde con la acelerada. La bicicleta rueda por la calle. No muy lejos reconoce el auto verde. Se apura un poco más. El vehículo dobla y se detiene. La bicicleta iguala la maniobra. El hombre vacila un momento. Se acerca a la esquina y parapetado en un árbol, observa. Unos hombres bajan a la mujer a empujones. La cabeza cubierta con un trapo. Las manos atadas atrás. El vehículo arranca y se va. Los hombres salen y esperan en la puerta .El hombre calvo vuelve a la bicicleta. El viento le desparrama las lágrimas por las mejillas. Llega a otra casa. Toca el timbre. Un rostro amable de mujer lo invita a pasar. Habla con desesperación con otro hombre que lo atiende con exagerada cortesía. El dueño de casa lo calma ostensiblemente. Le pide que se vaya tranquilo, le promete que él resolverá todo. Luego de despedirlo, llama por teléfono.-Otro paquete…Sí…..tiene la dirección. Decile a esos boludos que se fijen che…No sea cosa que tenga que ir yo a enseñarles cómo hacer el procedimiento.

Jéssica Priano

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